Hacer lo que es mejor para los niños
La gran mayoría de la decisiones sobre el futuro de los niños y niñas migrantes se toman sin tener en cuenta el impacto que estas tienen en los niños y niñas, o si la decisión es la mejor para el niño o la niña. Eso pone en riesgo su bienestar y su futuro y viola sus derechos como niños y niñas.
El lugar en el que un niño o niña vive tiene un impacto significativo en su futuro. A través de las decisiones que conciernen a los niños y niñas migrantes, el gobierno decide si el niño/a o la familia puede quedarse en el país donde viven o deben trasladarse a otro lugar. En ocasiones, la decisión es contraria a la voluntad de los padres y a lo que creen que es mejor para su hijo/a, o a lo que el niño/a quiere.
Al tomar decisiones sobre el futuro de los niños y niñas, el énfasis debería estar en la creación de un entorno en el que sus derechos como niños y niñas estén protegidos y en el que puedan desarrollar todo su potencial. Debería darse un proceso que asegure, cuando los gobiernos toman tales decisiones, una prioridad a los derechos de los niños y niñas. Esto puede implicar concederles un permiso para que puedan continuar viviendo en el país, o ayudarles a mudarse a su país de origen y/o reunirse con familiares en otros lugares.
Los niños y niñas deberían ser devueltos/as tan sólo cuando un procedimiento justo sentencia que es lo mejor para ellos. Todos los países deberían establecer un procedimiento para la identificación de soluciones duraderas para niños migrantes que se concentre en lo más adecuado para los niños y niñas.
Averigüe cómo puede lograrse a continuación.
¿QUÉ PUEDO HACER YO?
Como responsable político, puedes apoyar el desarrollo e implementación de un procedimiento centrado en el interés superior del niño para determinar una solución duradera para el niño y su familia.
PICUM, UNICEF, la Oficina para los Derechos Humanos de NU (OACNUDH), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Save the Children, el Consejo Europeo para Refugiados y Exiliados (ECRE) y Child Circle han desarrollado conjuntamente una guía sobre el respeto de los derechos de los niños en las políticas y práctica de devolución. El documento se dirige a responsables políticos y a los estados miembros de la UE y propone un procedimiento de interés superior que respeta los derechos del niño, incluyendo salvaguardias en el caso de que el regreso al país sea lo que se ha determinado como mejor para el niño.
Al mismo tiempo, puedes reforzar programas ya existentes o desarrollar nuevos programas para regularizar el estatus de niños/as y jóvenes indocumentados y sus familias. Nuestro Manual sobre regularización de niños/as, jóvenes y familias de 2018 puede servirte de inspiración.
Lee e infórmate sobre este tema. El futuro de los niños y niñas está en juego. También se puede actuar a nivel local: la movilización y voces locales son un elemento clave para cambiar las cosas. En casos que implican a niños/as indocumentados/as, algunas personas han iniciado acciones conjuntas a nivel local, movilizando sus comunidades y mostrando solidaridad o creando coaliciones entre un amplio rango de actores. Otros han participado en financiaciones colaborativas para cubrir los gastos legales de migrantes indocumentados.
Nuestro Manual sobre regularización de niños, jóvenes y familias de 2018 contiene un catálogo de métodos utilizados en diferences países, que pueden servirte de inspiración (pp. 80-81).
Cuando tienen noticias de que un estudiante corre el riesgo de deportación, las comunidades escolares (profesores/as, padres, trabajadores sociales y enfermeros/as de la escuela, compañeros/as de clase, etc.) pueden colaborar para intentar llamar la atención. Las comunidades escolares han sido cruciales en la regularización de niños y sus familias en varios países, al mostrar que el niño/a y su familia forman parte de la comunidad y denunciar los intentos de deportarles.
Es importante asegurarse de que el niño está de acuerdo con el plan antes de ponerlo en marcha.
Si un alumno se marcha, asegúrate de tratar la situación con los otros niños/as y de decirle adiós. La marcha afectará al niño/a, a la clase y la comunidad escolar, y todos necesitan procesar ese dolor de forma adecuada.
Como inspiración y acciones tomadas por maestros y comunidades escolares en Francia y Países Bajos, consulta nuesto nuesto Manual sobre regularización de niños, jóvenes y familias de 2018.
Conoce tus derechos. Puedes tener derecho a apelar la decisión, o a solicitar la regularización, según el país en el que resides. Ponte en contacto con una organización o abogado pro bono especializado en asuntos migratorio para obtener información o asistencia. Relaciónate con la gente que está a tu alrededor y crea una red de apoyo.
Consulta nuestra lista de miembros para encontrar organizaciones que trabajan con o para migrantes indocumentados en tu país o región. Nuestro Manual sobre regularización de niños, jóvenes y familias de 2018 puede contener información que puede serte útil.
Preguntas y respuestas
Los gobiernos dictan decisiones legales que requieren que una persona deje el país cuando deciden que esa persona no tiene (o ha dejado de tener) la autorización para permanecer en el país. Tales decisones se denominan "decisiones de retorno" o "órdenes de abandonar el territorio". En tales casos, se considera que esas personas son migrantes "indocumentados" o "irregulares".
Una persona puede acabar indocumentada en muchas circunstancias diferentes. Por ejemplo, cuando se revoca un visado de estudio o trabajo, o cuando se deniega una solicitud de asilo. Algunos visados dependen de mantener una relación específica y, si tal relación se termina (por ejemplo, en casos de violencia doméstica o explotación laboral), la persona puede acabar perdiendo la autorización de permanencia, incluso en casos de abuso.
En las familias, los niños y niñas son, por regla general, percibidos/as como dependientes de sus padres adultos, lo que implica que la decisión tomada en cuanto a los padres les afectará también a ellos. Su situación individual no se tiene en cuenta, a menudo porque los procedimientos existentes no investigan si un niño puede tener un fundamento jurídico para quedarse independientemente de sus padres. Esto implica que en algunos casos se ordena que los niños/as abandonen el territorio a pesar de que tienen fundamentos jurídicos para recibir un permiso de residencia.
Los menores no acompañados o separados sí reciben una decisión individual.
Tras dictar una decisión de retorno u order de abandonar el territorio, los gobiernos suelen tomar medidas para deportar a los niños/as y sus padres. Las medidas tomadas por los gobiernos implican, con frecuencia, redadas nocturnas por parte de personal uniformado, lo que expone a los niños y niñas a situaciones violentas. Ser arrestado/a y deportado/a puede ser muy traumático para todos los implicados.
A menudo, a los arrestos les sigue la detención, antes de que el niño sea finalmente deportado, aunque el Comité de Naciones Unidas de los Derechos del Niño ha considerado que la detención de inmigrantes es siempre una violación de los derechos del niño y nunca es en su interés superior.
Lee nuestro documento de política sobre Detención de niños inmigrantes en la UE, de 2019, para más información sobre la detención de niños, sus familias y la necesidad de desarrollar alternativas a la detención.
"Alguien en algún sitio está tomando ahora mismo una decisión sobre mi vida. Y me muero de miedo sabiendo que la decisión podría ser negativa", escribe Nishta..
No es la única.
Los niños y niñas migrantes expresan con regularidad sentimientos de ansiedad y miedo de que la familia sea separada y de que un padre o hermano/a sea arrestado/a y deportado/a. La amenaza y riesgo de deportación tiene un impacto negativo en su salud y bienestar. Muchos niños/as y sus padres no acceden a servicios públicos y temen relacionarse con las autoridades por el miedo de ser potencialmente arrestados/as y deportados/as.
Los procedimientos y las prácticas varían entre los distintos países de Europa, pero el daño que las prácticas actuales causan es claro y sustancial. Según un estudio de 2018 de Save the Children, tres de cada cuato niños encuestados que habían sido repatriados a Afganistán dijeron no haberse sentido seguros durante el proceso de retorno.
Pocos programas de reintegración hacen hincapié en las necesidades sociales, educativas o de salud específicas de los niños que se repatrían, en los casos en que se dispone de asistencia para la reintegración. La escolarización se interrumpe a menudo por periodos de tiempo prolongados.
Informes de PICUM, UNICEF, OIM, Save the Children y ECREentre otros, documentan violaciones de los derechos de los niños en la implementación de políticas de retorno en distintos países de Europa. Algunas propuestas recientes para modificar la política de retorno de la UE conllevanserios riesgos de que la prevalencia de tales violaciones aumente.
Aunque la UE está trabajando para recabar más y mejores datos desagregados, no hay una idea clara del número de niños que se repatrían.
En 2017, los Estados Miembros de la UE comunicaron que habían aprehendido a 618 800 migrantes indocumentados, de los cuales 79 300 eran menores de 18 años. A estos migrantes se les identificó como estando en el territorio de manera ilegal y se les comunicó una decisión u orden de abandonar el territorio. El nombre de detenciones no indica si los migrantes se marcharon o no, bien por sus propios medios, mediante un programa que asiste a las personas en su repatriación, o mediante deportación.
Es posible que se determine que lo mejor, a largo plazo, para el bienestar, desarrollo y los derechos de un niño, tal y como los define la Convención de NU sobre los Derechos del Niño, sea regresar al país de origen del niño o del progenitor. Sin embargo, antes de emitir una decisión de retorno, se deben considerar todas las soluciones posibles y sus implicaciones mediante un procedimiento de interés superior, con garantías, tal y como se describe en el documento guía.
Si el procedimiento concluye que la repatriación es en el interés superior del niño, se debe organizar de forma que los derechos y bienestar del menor sean lo más importante. Tanto si el niño no está acompañado, o está separado o en el seno de una familia, se le debería proveer de asesoramiento, apoyo y asistencia para regresar voluntariamente. Para más información, consulta el documento de política con los seis pasos clave o el documento guía para más información técnica. Para obtener una visión global de forma sencilla, puedes consultar nuestro diagrama de flujo.
Una solución duradera es aquella que protege el interés superior y bienestar del niño a largo plazo, y que es sostenible y segura desde esa perspectiva. El resultado debería garantizar que el niño puede desarrollarse hasta la edad adulta, en un entorno que satisfaga sus necesidades y derechos tal y como los define la Convención sobre los Derechos del Niño, y que no ponga al niño en riesgo de persecución o perjuicio grave.
Un estatus de residencia seguro y a largo plazo es vital para garantizar que los niños migrantes tienen acceso a todos sus derechos, incluyendo sus derecho al bienestar y desarrollo. Una solución duradera puede implicar la integración en el país de residencia, o el reasentamiento o reunificación con familiares en el país de origen o en un país tercero, con apoyo. Al identificar una solución duradera para un niño, los gobiernos tienen la responsabilidad de investigar todas las opciones e implicaciones para el niño, con la finalidad de determinar qué es en su interés superior.
Para más información sobre los procedimientos de interés superior para determinar una solución duradera para los niños migrantes, consulta el documento de política con los seis pasos clave, o el documento guía para más información técnica.
Para obtener una visión global de forma sencilla, puedes consultar nuestro diagrama de flujo, consulte nuestro diagrama de flujo.
Se puede determinar una solución duradera mediante un procedimiento de interés superior. Debe tratarse de un procedimiento formal, individual y completamente documentado que examine todos los aspectos de la situación del niño y considere todas las opciones, con la finalidad de identificar qué solución duradera es lo mejor para el niño. Tal procedimiento debe ser realizado por un equipo multidisciplinar, independiente e imparcial que escuche y considere debidamente la opinión del niño, y que proporcione o asegure que se proporciona información, asesoramiento y apoyo apropiados para un niño. Debe conducir a una decisión razonada y documentada que se pueda apelar con efecto suspensivo. El niño debe tener acceso a asistencia legal gratuita a lo largo del proceso. Cualquiera que sea la solución duradera, debe desarrollarse un plan de implementación junto al niño y sus cuidadores principales.
Para más información sobre el procedimiento y los pasos a seguir cuando se decide que el retorno es lo mejor para el niño, consulta el documento de política (seis pasos clave) o el documento guía, más detallado. Para obtener una visión global de forma sencilla, puedes consultar nuestro diagrama de flujo.
Cuando se concluye que lo mejor para el niño es la integración local y asentamiento, se debe proporcionar al niño un estatus de residencia segura, a largo plazo o permanente, y se debe mantener unida a la familia en el país de residencia, a menos que haya preocupaciones de seguridad o de protección infantil relacionadas con la familia.